Principios rectores para usar los himnos: Nutrir a las personas nuevas con los himnos
Como hemos señalado en un artículo anterior, los himnos hallados en nuestro himnario son bastante versátiles y pueden usarse de muchas maneras fructíferas en nuestra vida cristiana y vida de iglesia. En este artículo consideraremos cómo pueden usarse para nutrir a los nuevos creyentes, especialmente en el contexto de las reuniones de hogar.
Como el ministerio del hermano Lee nos ha ayudado a ver, visitar a los nuevos creyentes en sus hogares es un paso crucial de nuestra práctica orgánica de la manera ordenada por Dios. El propósito básico de las reuniones de hogar consiste en nutrir a los nuevos creyentes, y cantar himnos puede ser muy útil para este propósito. En el libro Levantarnos para predicar el evangelio, en un capítulo sobre cómo establecer y dirigir una reunión de hogar, el hermano Lee dice lo siguiente:
Enseñar a los nuevos creyentes a cantar los himnos es la mejor manera de nutrirlos […] Después de la ocasión en que vayamos a la casa de alguien para bautizarlo, la próxima vez que nos reunamos en su casa podemos comenzar a enseñarle a cantar. Después de cantar sólo cuatro o cinco veces, él será infundido y nutrido por los himnos. Quizás él tenga hijos en la casa. Cuando usted cante, quizás ellos no canten, pero después que usted se vaya, ellos comenzarán a cantar. Al cantar un poco, las verdades contenidas en los himnos entrarán en ellos gradualmente. (Levantarnos para predicar el evangelio, pág. 119)
Como esto deja claro, un beneficio significativo de enseñar a las personas nuevas a cantar los himnos es que las ricas verdades contenidas en estos himnos pueden entrar en ellos, aunque sea gradualmente, como una fuente de sustento a largo plazo.
Para que no descuidemos inadvertidamente el canto de los himnos en las reuniones de hogar, vale la pena considerar cuán crucial es esta práctica. En Puntos claves sobre las reuniones en casa el hermano Lee identifica el canto de los himnos como “la clave de las reuniones de hogar” (pág. 32). Además, en Furtherance of the New Way for the Lord’s Recovery [El avance de la nueva manera para el recobro del Señor] él habla sobre orar y cantar como “dos maneras necesarias para dirigir las reuniones de hogar” (CWWL [Las obras recopiladas de Witness Lee], 1986, t. 3, pág. 538). De manera similar, en Llevar fruto que permanece él comenta que los himnos son “indispensables” en las reuniones de hogar (pág. 177). Esto debería darnos una profunda impresión de la importancia de cantar himnos en las reuniones de hogar, y deberíamos considerar delante del Señor cómo usar mejor los himnos en nuestras reuniones de hogar a fin de nutrir a los nuevos creyentes que están bajo nuestro cuidado.
En un mensaje dado en 1989, el hermano Lee ofrece el siguiente ejemplo de cómo podríamos usar el canto de los himnos como una “línea vital espiritual” para nutrir a un nuevo creyente en su hogar:
No deberíamos pensar que si hablamos de asuntos espirituales con un nuevo creyente que fue salvo ayer, no lo entenderá. Una vez que una persona es salva, necesitamos visitarla al día siguiente para tener una reunión en su hogar. Incluso si el nuevo creyente no entiende nada, necesitamos encontrar una línea vital espiritual para alimentarlo. Por ejemplo, el primer ítem en las reuniones cristianas es cantar himnos. Por tanto, cuando visitemos a un nuevo creyente, podemos llevar una grabación de un cántico y ponerla para que la escuche. Cada vez que cantamos himnos, los corazones de las personas se abren. Supongamos que cantamos: “¡Qué garantía, mío es Jesús! / ¡Gloria divina, qué rico sabor!” (Himnos, #252) o: “¡Qué admirable es el cambio forjado en mi ser / Desde que Jesús vino a mí! / ¡En mi alma hay la luz que por siempre anhelé, / Desde que Jesús vino a mí!” (Himnos, #253). Cuando guiamos a un nuevo creyente a cantar, su boca se abrirá, lo cual hará que su corazón y su espíritu también se abran. Después de cantar un himno, podemos seleccionar varias líneas para orar con ellas y luego continuar cantando. Al cantar y orar, el espíritu del nuevo creyente será avivado. (CWWL, 1989, t. 1, ““The Organic Building Up of the Body of Christ [La edificación orgánica del Cuerpo de Cristo]”, pág. 166)
Al visitar a los nuevos creyentes en sus hogares y guiarlos a cantar himnos, podemos ayudarlos a abrir su boca y su corazón al Señor para que puedan recibir alimento espiritual.
En nuestra práctica de usar los himnos en las reuniones de hogar, es importante que aprendamos a usarlos de forma flexible y viviente. El hermano Lee comenta que “Debemos aprender a usar los himnos de manera flexible y no cantar siempre de manera rígida” (Llevar fruto que permanece, pág. 177). Por ejemplo, podríamos cantar sólo el coro de un himno o una estrofa en lugar de cantar todo el himno. De manera semejante, en El ejercicio y la práctica de la manera ordenada por Dios, en un capítulo sobre las reuniones de hogar, el hermano Lee señala que “ya sea que oremos, pidamos cantar un himno, abramos las Escrituras o le pidamos al nuevo que comparta algo, debemos hacerlo de manera viviente, habiendo ya preparado la atmósfera de la reunión” (pág. 197). Él continúa ofreciendo el siguiente ejemplo:
Todo lo que hagamos en cualquier tipo de reunión debe estar lleno de vida, ser estimulante y ser algo que el Espíritu pueda usar para inspirar y para descorrer los velos de las personas con respecto al misterio de Dios. No deberíamos hacer nada como una simple actividad religiosa. Procurar ayudar a las personas a ser avivadas o a amar la Biblia también podría convertirse en una actividad religiosa, lo cual es muy común en el cristianismo. Esta clase de labor es muy general. Pero leer y cantar un himno, como por ejemplo Himnos, #423 en cuanto al Cristo que es subjetivo, causará cierta impresión particular en el nuevo creyente. Recalcar que Cristo es subjetivo verdaderamente resulta nuevo para los cristianos que están en el cristianismo. Cristo no sólo es una persona histórica que es meramente objetiva; más bien, Cristo nuestro Salvador es muy subjetivo. Ayudar a un nuevo creyente con un tema tan particular es cuidar de las reuniones de hogar de manera viviente, estimulante, que descorre velos y que está libre de toda religión. (pág. 198)
Como ciertamente podemos testificar, nuestro himnario es un depósito lleno de muchas riquezas de las cuales podemos echar mano en las reuniones de hogar. Al aprender a usar los himnos de forma viviente y flexible, podemos nutrir a los nuevos creyentes bajo nuestro cuidado y guiarlos hacia la experiencia y disfrute de Cristo.
(Traducido de Having This Ministry…[Teniendo nosotros este ministerio…], Principles for Using the Hymns: Nourishing New Ones, enero 2024, núm. 27)